Recapitulación

INTEGRACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA PLANIFICACIÓN Y EL DISEÑO URBANOS

El diseño de una ciudad define, en gran medida, las actividades que se desarrollan en ella. Por lo tanto, la falta de conocimientos en materia de género en la planificación urbana puede acarrear graves desventajas para las mujeres, los niños y las minorías de género.

Dos mujeres y un niño en una parada de autobús

Brian Evans / Flickr

En todo el mundo, sólo el 5% de los puestos de liderazgo en las ciudades y el 10% de los puestos de responsabilidad en arquitectura y urbanismo están ocupados por mujeres. La insuficiencia de conocimientos sobre género en la planificación urbana ha hecho que la experiencia de las mujeres en el acceso a los servicios esenciales y a las oportunidades económicas haya sido con demasiada frecuencia una idea tardía en el diseño de los entornos urbanos.

El seminario web UrbanShift , "¿Cómo serían las ciudades si fueran diseñadas por mujeres?", exploró las razones cruciales por las que las ciudades de todo el mundo deben abordar la falta de experiencia de género en la planificación y el diseño urbano, así como la forma en que los alcaldes, las empresas y los líderes comunitarios están tomando medidas para mejorar las prácticas inclusivas de sus ciudades.

La planificación y el diseño urbanos son la columna vertebral de la arquitectura de las ciudades y definen, en gran medida, las actividades que se desarrollan en ellas. Por ello, la falta de conocimientos en materia de género en la planificación urbana puede acarrear graves desventajas y, en ocasiones, peligros para las mujeres, los niños y las minorías de género, perpetuando y exacerbando las desigualdades de género. Por el contrario, la planificación y el diseño urbanos con perspectiva de género ofrecen oportunidades clave para mejorar la equidad de género y remodelar los roles de género en las ciudades.

Mujeres caminando por una concurrida calle de la India
Adam Cohn / Flickr

Durante el seminario web, Emma Miloyoprimera mujer presidenta de la Asociación de Arquitectos de Kenia, destacó que la planificación urbana inclusiva consiste en hacer que las ciudades sean más equitativas y seguras para todos residentes. En otras palabras, los planificadores urbanos no solo deben tener en cuenta el uso de los espacios públicos por parte de las niñas y las mujeres, además de los niños y los hombres, sino también las necesidades de las personas no binarias y transgénero, los niños, las personas con discapacidad y los ancianos.

Más allá de la garantía de la seguridad pública, los ponentes del seminario web observaron situaciones en las que los espacios públicos de sus ciudades estaban ocupados de forma desigual entre géneros. Por ejemplo, la asesora del alcalde de París Marion Wallerinformó de que los residentes masculinos ocupaban alrededor del 95% del espacio de las grandes plazas o los patios de los colegios para realizar actividades como el monopatín o los partidos de fútbol.

Esta distribución desigual y la garantía de seguridad diferenciada tienen un impacto en la vida de las personas más allá del simple uso de los espacios públicos. Meera Sundararajanjefa de equipo del Laboratorio de Género y Políticas del Gran Chennai, señaló que una estudiante de Chennai puede verse obligada a renunciar a su deseo de asistir a una determinada universidad si su familia considera que el transporte a la misma es inseguro. Garantizar la igualdad de seguridad en el uso de los servicios urbanos y los espacios públicos tiene, pues, un doble efecto en la vida económica y social de los residentes.

Los tres ponentes también hablaron de cómo las ciudades pueden mejorar e intensificar sus esfuerzos para que los espacios urbanos sean más cómodos para las mujeres, las niñas y los grupos vulnerables. El establecimiento de procesos participativos a nivel de la ciudad es una estrategia importante, que permite a los residentes poner sobre la mesa sus diferentes experiencias para que los proyectos urbanos existentes y potenciales reflejen sus variadas necesidades.

Niña y niños caminando por una calle peatonal en Kigali, Ruanda
Ciudad de Kigali / Flickr

Por ejemplo, la ciudad de París ha entrevistado a las residentes sobre cómo se sienten de seguras en diversos espacios públicos, utilizando las respuestas para dar forma a la planificación de políticas. Chennai trabaja con consultores locales para crear entidades participativas en las que intervienen los residentes y varios departamentos de la ciudad, como los servicios sociales y el transporte. Estos procesos han mejorado el carácter inclusivo de ciertas políticas públicas, como la renovación de las paradas de autobús. 

Los ponentes también destacaron algunos de los retos pendientes, como la necesidad de formar al personal de la ciudad y a los estudios de arquitectura en materia de género e inclusión y la falta de atención a las formas de desigualdad que se entrecruzan por razones de género, edad, discapacidad y raza. 

Al igual que las preocupaciones medioambientales se consideran ahora prioritarias en las políticas de diseño y planificación urbana, las ciudades deben intensificar sus esfuerzos para reconocer la inclusión de género y la accesibilidad como criterios esenciales para la acción local. Además, es necesario introducir mejoras tanto a nivel del personal de la ciudad como de los contratistas para lograr cambios sistémicos y duraderos. La planificación urbana con perspectiva de género requiere integrar las experiencias y necesidades diferenciadas de todos los residentes, permitiendo la igualdad de oportunidades para todos.